El acrónimo PRP, que proviene de Plasma Rico en Plaquetas, ha aparecido recientemente en las noticias debido a la creciente popularidad del tratamiento entre los atletas profesionales, deportistas amateurs y aficionados a distintas actividades deportivas.
Muchos han atribuido al plasma rico en plaquetas, en particular para las lesiones deportivas, el hecho de permitirles volver a las actividades habituales y la competición con un dolor mínimo o nulo.
También se ha vuelto especialmente popular entre celebrities e influencers que muestran sus rostros rejuvencidos y radiantes tras someterse a tratamientos con diversas técnicas con plasma rico en plaquetas.
Pero a pesar de que el PRP ha recibido una amplia publicidad, todavía quedan preguntas al respecto, tales como:
¿Qué es exactamente el PRP?
¿Cómo se obtiene?
¿Qué es una inyección de PRP?
¿Para qué sirve el PRP?
¿Es efectivo el tratamiento con PRP?
¿Qué es el PRP?
A modo introductorio y para responder a la pregunta ¿Qué es el PRP? Podríamos decir que: el PRP, o plasma rico en plaquetas, es una terapia regenerativa autóloga, que utiliza la propia sangre del paciente para estimular la curación y regeneración de tejidos dañados.
En resumen, el PRP crea, estimula y acelera el proceso de curación natural del cuerpo.
Sin embargo esta definición es una verdad a medias ya que no se utilizan todos los componentes sanguíneos para llevar a cabo el procedimiento regenerativo, sino sólo una porción minúscula pero de vital importancia.
Por tanto…
¿Qué es exactamente el PRP?
Nuestra sangre está compuesta por glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma. Para obtener PRP y maximizar el proceso de curación, las plaquetas deben concentrarse y separarse de los demás compuestos sanguíneos.
¿Por qué son tan importantes las plaquetas ?
Las plaquetas son las células sanguíneas que permiten la coagulación de la sangre y por tanto la cicatrización de heridas, pero también son portadoras de un gran potencial regenerativo conocido como Factores de Crecimiento Plaquetarios (FCP).
En cuanto a los factores de crecimiento, son proteínas producidas naturalmente por
varias células pero que se encuentran en mayor concentración dentro de las plaquetas sanguíneas y tienen por función, lograr la restauración de un tejido y el restablecimiento de su función habitual, estimulando las propias células del paciente.
Partiendo de esa base, el objetivo principal de la terapia con PRP es producir una concentración de plaquetas por encima de los valores normales para aprovechar su poder regenerativo, mientras se minimiza la cantidad de glóbulos rojos y glóbulos blancos, en una solución que se inyecta directamente en el área a tratar.
En resumen: El PRP es sangre del propio paciente que se centrifuga y se separa produciendo una concentración de plaquetas por encima de los valores normales para acelerar la curación o regeneración del área afectada. De esta forma, las inyecciones de PRP utilizan el propio sistema de curación de cada paciente para sanar.
¿Cómo se obtiene el PRP?
Sabiendo “qué es el PRP”, podemos continuar con su proceso de obtención.
Para comenzar, es importante aclarar que el proceso es sencillo y no implica riesgo alguno para el paciente, si se realiza en un ambiente controlado y con tubos PRP o kits PRP de sistema cerrado.
En primer lugar se debe tomar una muestra de sangre del paciente, posteriormente se coloca la muestra en una centrifugadora de laboratorio que será la encargada de separar las plaquetas del resto de los componentes sanguíneos, para luego inyectar el resultante, en la zona afectada.
¿Qué es una inyección de PRP?
Como vimos, después de obtener la muestra de sangre y someterla al proceso de centrifugado, la solución resultante -Plasma Rico en Plaquetas propiamente dicho- se inyecta directamente en el área objetivo.
Por tanto una inyección de PRP, consiste en la introducción de plasma rico en plaquetas, mediante la punción a presión en el sitio a tratar, a través de una jeringa y una aguja hipodérmica.
Es importante destacar, que en ocasiones, el médico tratante, puede utilizar ultrasonido para guiar la inyección de PRP con mayor precisión para obtener resultados efectivos.
¿Para qué sirve el PRP?
Para responder a la pregunta “¿para qué sirve el PRP?” Es importante volver sobre nuestros pasos y retomar uno de los primeros párrafos de este texto donde se expuso que:
“el plasma rico en plaquetas, es una terapia regenerativa autóloga, que utiliza la propia sangre del paciente para estimular la curación y regeneración de tejidos dañados.”
De esto se desprende, que el PRP sirve para tratar patologías o condiciones físicas del paciente que requieren la restauración de células y tejidos dañados mediante la utilización de células sanas y portadoras de un gran poder regenerativo.
Es por eso que las bondades y ventajas del tratamiento con PRP han permitido que en la actualidad este tratamiento se utilice en áreas tan diversas como traumatología, dermatología, tricología, medicina estética, urología, oftalmología, cirugía maxilofacial, ginecología y medicina reproductiva.
El PRP sirve para tratar patologías o condiciones físicas del paciente que requieren la restauración de células y tejidos dañados mediante la utilización de células sanas y portadoras de un gran poder regenerativo.
¿Es efectivo el tratamiento con PRP?
Los estudios clínicos y la evidencia científica disponibles en la actualidad sobre diversas cuestiones primordiales de las bases biológicas del empleo terapéutico del PRP arrojan resultados promisorios.
Sin embargo, no existe aún consenso internacional sobre la terminología adecuada, ni tampoco recomendaciones específicas sobre las técnicas de obtención, preparación y aplicación del plasma rico en plaquetas.
Cómo consecuencia se obtienen conclusiones heterogéneas para el mismo caso de estudio lo cual impide la posibilidad de obtener resultados concluyentes en muchos casos.
Por lo tanto, en la medida que se logre un consenso científico y los estudios clínicos se incrementen y complementen, es probable que veamos criterios unificados al respecto con resultados aún más alentadores.
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